Opinión | Isco convence a propios y extraños

No tiene límites. Es otra cosa. Realmente impresiona cuando lo ves, cuando lo sientes, cuando lo percibes. Es diferente, singular, totalmente especial. Está tocado por una varita mágica. Para algunos será el mejor, para otros quizás no, pero todos están de acuerdo en que es absolutamente incomparable.

Isco Alarcón brindó el pasado domingo una exhibición que quedará para siempre en el recuerdo de los asistentes al Santiago Bernabéu, de los televidentes de todo el mundo que siguieron el encuentro entre el Real Madrid y Espanyol, de los oyentes que se emocionaron al escuchar como los locutores de nuestro país relataban las jugadas que el malagueño bordaba una y otra vez con la seda más fina. Una obra maestra más para una colección de altos vuelos que promete ser infinita.

Verdaderamente emociona, es algo único. Su calidad es totalmente sobrenatural, es luz, es soltura, es, tal y como decía Quique Sánchez Flores, el preciosista del equilibrio, el que rompe esquemas, la excepción que cumple la regla de que las defensas pueden ser inexpugnables. La delicadeza de su fútbol, la sensibilidad que transmiten sus movimientos te transporta a otra dimensión, a la del Olimpo del fútbol donde moran los verdaderos artistas.

Isco ha evolucionado en su juego, sigue siendo ese chaval que jugaba en la calle con la pelota cosida al pie, rompiendo caderas y humillando rivales con una técnica endiablada, pero ahora es mucho más futbolista, mucho más maduro, más capacitado para reinar en el estadio más exigente del mundo. Sacrificado, eficiente, ha recortado sus maravillosas conducciones para darle más verticalidad al juego del equipo pero sin abandonar la esencia de su magia, su finura. Además, a su arte ha incorporado la suerte más difícil y preciada del fútbol, el gol. Isco ha desarrollado la capacidad de contribuir al equipo con goles importantes que están siendo claves para el crecimiento del equipo, un equipo que ahora funciona al son de Isco y del sitio que Zinedine Zidane ha diseñado para el malagueño. Siéntense y disfruten, porque Isco se ha propuesto convencer a propios y extraños, y lo dice uno que nunca estuvo en su bando.

Isco
realmadrid.com
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