Una bomba de Rudy y Tavares culminan la remontada ante Panathinaikos

Victoria con un sufrimiento extremo para el Real Madrid en el Oaka que le sirve para salir de una racha un tanto irregular. Los blancos se impusieron a Panathinaikos por 73-74 tras un triple sideral de Rudy Fernández sobre la bocina en una de las acciones que quedarán para siempre en el recuerdo de esta temporada. Buen partido del mallorquín que terminó con 13 puntos, pero, sobre todo, de Tavares, que terminó el choque con 14 puntos y 16 rebotes para 29 de valoración. Los blancos remontaron hasta 18 puntos en un mal partido que se terminó ganando abrazados a la heroica y al pundonor de una plantilla que no se rindió pese a los altibajos en el juego.

El Real Madrid comenzó de manera pésima su encuentro en el Oaka, ya que, tras abrir el marcador con el 0-3, recibió un parcial de 10-0 que le hizo ir por detrás el resto del cuarto. Los blancos, que no encontraban el camino en ataque, sufrían demasiado para llegar hasta el aro rival y reducían sus intentos a los típicos carretones desde el triple para lanzadores como Rudy. Además, el conjunto merengue tampoco estaba pudiendo superar a su rival en defensa, siempre a merced de la pareja formada por Calathes y Papagiannis, que desde el pick&roll estaban llevando el ritmo del choque. Las diferencias se instalaron por encima de los 10 puntos y Laso buscó en su banquillo alguna alternativa que metiese a su equipo de nuevo en el partido. Salieron hombres como Thompkins, Ayón o Carroll buscando algo de fluidez y acierto. La defensa madridista estaba recordando a la que días atrás había naufragado ante rivales como Baskonia y Barcelona Lassa. La salida de Thompkins fue realmente positiva para los blancos, ya que era el único jugador con acierto y que era capaz de plantar cara en el uno contra uno en la zona. Ninguno de los dos equipos empezó tirando bien desde el perímetro, pero Panathinaikos estaba en porcentajes muy alto en tiros de dos. Además, el Madrid tuvo hasta cinco pérdidas. El primer cuarto finalizó con un sonrojante 32-14.

La falta de ideas en el Madrid se explicaba con un aspecto muy llamativo, y es que todos los jugadores disponibles participaron en el primer cuarto. El segundo cuarto comenzó con la tercera falta personal de Ayón, que se hipotecaba de esta forma para el resto del partido. Muy poco a poco, el Madrid parecía encontrar algo de comodidad y fluidez en ataque con dos buenos triples de Carroll, que encontró posiciones liberadas. Casi trece minutos les costó a los blancos entrar al choque con seriedad y realizar un trabajo acorde al nivel de la plantilla, lo que les permitió endosar un parcial de 2-8 de salida. Aunque la ventaja no decrecía en exceso, la pareja interior formada por Thompkins y Tavares dio gran solidez al equipo, que mejoró notablemente en defensa. El caboverdiano se situó como el líder del equipo con 9 puntos y 6 rebotes en un sensacional segundo cuarto. Sin embargo, 5 puntos consecutivos de Calathes cortaron la buena racha merengue y rompieron un gran parcial de los blancos. Con Llull y Campazzo al mando, el Madrid prosperó en ataque con una mejor circulación y encontrando asistencias con mayor facilidad, pero el talento individual de Calathes mantenía la situación favorable a los griegos. El Madrid se obcecó demasiado con los intentos de tres, cuando la mayor y casi la única fuente de puntos estaba en la zona. Tavares y Rudy consiguieron darle algo de esperanzas a los de Laso, que se llevaron el cuarto por 13-19, aunque se marcharon perdiendo al descanso por 45-33.

Buena salida del Madrid en el tercer cuarto, un momento que sería clave en el devenir del choque. Los blancos consiguieron reducir la diferencia y bajar de los diez puntos gracias a dos triples de Llull. La defensa merengue mejoró muchísimo en el tercer cuarto, y tras ocho puntos consecutivos del base de Mahón los blancos se quedaron a tan solo seis puntos. El enorme rendimiento de Tavares, que estaba ya en 13 puntos y 12 rebotes, consiguió detener al imponente Papagiannis, que había dominado las alturas en el primer cuarto. Sin embargo, tras quedarse muy cerca en el electrónico, a los blancos les estaba faltando un plus para terminar de entrar en el partido e igualar en el marcador. Los minutos de Gist en pista seguían siendo un quebradero de cabeza para el cuadro merengue, ya que les aportaba segundas oportunidades con rebotes ofensivos. El Madrid estaba realizando un trabajo enorme en el tercer parcial, y con un último minuto consiguieron meterse de lleno en el choque. Los blancos se llevaron el cuarto por 14-20 y cerraron con un marcador de 59-53.

El enorme partido que estaba haciendo Walter Tavares, con 15 capturas ya, tenía el inconveniente de la enorme carga de minutos de caboverdiano, que se las tendría que ver ahora con un Papagiannis más fresco. Langford anotó un triple que podía ser clave, pero Thompkins contestó en la siguiente jugada tras un excelente pase de Tavares. El muro se marchó al banco exhausto y en su lugar salió Ayón, poniendo a prueba el rendimiento de su equipo sin su mejor hombre. El mal partido del Madrid se explicaba en situaciones tales como que los dos mejores desde la línea de personal, Llull y Carroll, ambos por encima del 97%, habían fallado hoy tras mucho tiempo sin hacerlo. Datos de un partido extraño que no pintaba bien, ya que, a seis minutos para el final, el Madrid seguía 10 abajo tras muchos esfuerzos. Thomas, con un 2+1, hacía arder el Oaka, pero un triple de Llull seguía dando alas al Madrid. La intensidad y la defensa habían mejorado, pero los blancos no superaban el 40% en tiros de campo, y ni siquiera el 60% en tiros libres. Pero, a pesar de todo eso, los de Laso no se rindieron y tras encadenar una serie de buenas acciones ofensivas y defensivas se pusieron a tiro con tres minutos aun por jugarse. El partido estaba en el alambre cuando Tavares saltó de nuevo a pista para coger su rebote número 16, el sexto en ataque tras un triple a la desesperada de Llull. El caboverdiano, además, dejó a los blancos a tan solo un punto para redondear un parcial de 0-10. En un final de infarto, el Madrid dispuso de una última bola, con 21 segundos en el reloj y dos puntos abajo en el marcador. La jugada de los blancos no pudo salir peor, pero Rudy Fernández anotó un triple estratosférico sobre la bocina para silenciar el Oaka y culminar la remontada. El Madrid venció por 73-74 al Panathinaikos.

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